La apicultura tiene como objetivo el cuidado y protección de las abejas para el aprovechamiento de los productos que elaboran. La miel es el principal alimento producido por las abejas, pero entre sus actividades hay que destacar también la polinización.
Desde tiempos remotos el hombre ha sido consciente de la importancia de las abejas y ha aprovechado los recursos que estas nos brindan. Distintos restos arqueológicos de Europa constatan el uso de la cera de abeja en la era de piedra y se han encontrado pinturas rupestres con escenas de recolección de la miel. Se estima que el hombre comenzó a recolectar la miel de colmenas silvestres en el Mesolítico, para pasar siglos más tarde a controlar las abejas y sus enjambres.
El primer registro que documenta la relación del hombre con la miel y la apicultura se encuentra en una pintura rupestre en la pared de la Cova de L’Aranya, en Valencia, fechado con una antigüedad de 9000 años.
A lo largo de la Historia distintas civilizaciones han sido conscientes de la importancia de las abejas y se han beneficiado de su actividad. Así, la existencia de papiros datados en el año 2400 a.C. en el antiguo Egipto hace alusión a la apicultura. Más tarde, en el 1100 a.C., los griegos fundarían Éfeso en el Asia menor, actual Turquía, donde veneraron la apicultura a través del culto a la Diosa Artemisa, representada en las monedas con el cuño de una abeja. La miel fue un producto muy importante en la cultura griega, formando parte de gran cantidad de platos y bebidas. Grandes admiradores de los griegos, posteriormente serían los romanos los que mantendrían vivo el uso de la miel y la apicultura.
Durante siglos la miel fue el único producto conocido para endulzar los alimentos. Con el descubrimiento de América y la caña de azúcar se redujo sensiblemente la importancia de la apicultura.
Con el estudio de la vida de las abejas, su organización y explotación, surge la apicultura moderna. EN el siglo XVI se tiene conocimiento de que las abejas crían reinas a partir de huevos de larvas jóvenes y que es la reina la encargada de poner los huevos. Diferentes investigadores estudian el comportamiento de estos insectos, constatando su gran importancia para el medio ambiente y la vida.