Los producen a partir de las yemas y cortezas de algunos árboles como el abedul, castaño, roble, pino o cerezo. Con esta sustancia cubren herméticamente las paredes de la colmena para protegerla de virus, hongos y bacterias.
El estudio de esta sustancia ha determinado su gran importancia medicinal. Actúa como antiséptico, antiviral y antiinflamatorio; y es muy utilizado para tratar afecciones de las vías respiratorias.
El uso del propóleo tiene importantes beneficios para el organismo, entre ellos:
– Ayuda a regular el apetito, regenera las úlceras y es un buen protector hepático.
– Es un antibiótico natural que ayuda a prevenir y curar enfermedades respiratorias.
– Es vasodilatador e hipotensor, disminuye la fragilidad capilar, inhibe la oxidación del colesterol y ayuda a normalizar la presión arterial.
– Es cicatrizante, desinfectante y antiinflamatorio, por lo que se emplea para problemas en la piel.
– Ayuda a mantener la salud bucal estimulando la generación de esmalte dental e impidiendo la formación de caries y placa bacteriana.
En cuanto a su composición, el propóleo está formado por resinas, flavonoides, ceras, sales minerales, aceites esenciales, polen, sustancias orgánicas, ácidos fenólicos, vitaminas… El estudio de su composición sigue vigente pero sus beneficios y propiedades es patente.